El cambio normativo que prevé el ministerio español, de bajo coste, se basa en las evaluaciones externas y las vías alternativas.
Más profesionales y más recursos, sobre todo en educación infantil y primaria. Esta, que es la receta central que aplicará el Gobierno francés para intentar mejorar sus resultados educativos, está bastante lejos de la que intenta poner en pie el Ejecutivo español, basada en adelantar las vías distintas para los alumnos y fomentar la rendición de cuentas a través de exámenes externos que en ESO y bachillerato serán reválidas. Además, muy centrada en la secundaria y muy poco en primaria, no mira absolutamente nada a la educación infantil; de hecho, los recortes se han llevado por delante el programa de creación de plazas escolares para menores de tres años.
La mejora de la formación inicial de profesorado, una clave señalada hasta la saciedad por los expertos y que recoge el proyecto francés, en España se ha pospuesto y deberá esperar a una segunda etapa de reformas.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/23/actualidad/1358973375_009645.html
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